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martes, 27 de diciembre de 2011

Le Plant du Roy Malbec




Compagnie France Malbec; Le Plant Du Roy, Malbec 2002, 2004, 2005; 13 % Grad. Alc; Luzech, A.O.C. Cahors, Francia.

Primer vino francés que degustamos juntos, y es que, los vinos europeos aquí llegan mucho más caros que los de países vecinos. Los dos ejemplares de este vino fueron un obsequio, siendo degustados en distintos momentos, sorprendiendo lo encontrado al interior de estas botellas: S & M, ficamos muito gratos pelo belo presente; obrigado.

Aquel A.O.C. se refiere al Appellation d'Origine Contrôlée que tienen los vinos de esa región. Cahors es la región productora de vinos más antigua en Francia, pero fue recién el quince de abril de 1971 que salió el Decreto Ley otorgando esa mención a la región.

Muchos términos usados en vinos europeos, y específicamente en los franceses para este caso, nos es inusual para “entusiastas” (hago mío el término de Ariel) como nosotros, acostumbrados a trasegar vinos de la región.

Aquí, por ejemplo, encontramos el término “Millésime” para referirse a la añada que, como se puede apreciar al inicio de la entrada, para este vino son tres, o sea, siendo huachafo, esto sería un blend (entiéndase, mezcla) de millésimes.

Otro detalle: aunque en esta etiqueta el nombre de la cepa no cambió, el malbec en Francia es conocido también como “côt” y también como “auxerrois”.

El vino: lo primero en llamar nuestra atención es el color casi negro de la bebida, si no fuesen las tonalidades púrpuras percibidas en los bordes diría que es una bebida absolutamente negra. Denota una corpulencia más que mediana. Acostumbramos a oler el corcho por el lado que da al interior de la botella, C le encontró un aroma a clavo de olor ahí, que no fue refrendado luego en la bebida. El aroma en esta en sí es de frutas negras maduras, aroma muy presente y persistente. Hay algo de vainilla también. Al probarlo lo primero en percibirse es una mediana sequedad que atrapa la lengua y el paladar, esa sensación es menor en la segunda copa aunque aún te amarra la boca un poco; interesante. Acidez equilibrada. En esta fase gustativa la corpulencia se percibe menor de la que denota a la vista, pero estando lejos de ser aguado. De final medio, con un agradable amargor en el retrogusto.

Experiencia agradable y sorpresiva para iniciar con vinos de un país que debe estar acostumbrado a embotellar joyas.

2 comentarios:

Ariel Rodríguez dijo...

Lo felicito por la experiencia con el vino francés! En nuestros países es muy costoso comprarlos realmente.

Saludos y Feliz año!

Manolo Malpartida dijo...

Sí pues, por estos lares con el costo de un buen tinto francés o español te haces de varios buenos argentinos, chilenos y/o uruguayos. Los impuestos con que llegan los tornan muy caros, y lo peor es accesar una web europea y comprobar que por allá son muy accesibles.

Un abrazo.